sábado, 9 de enero de 2010

Carcel de oro

Autores: Quintero, Leon y Quiroga


Cuando tú me diste amparo no era mas que una gitana
con un traje de volante y una enagua almidoná
y me vi por tu cariño, de la noche a la mañana,
convertida en una reina de brillantes coroná.
Pero a mí desde el principio me cansaba tu ternura,
me agobiaba aquel encierro que me impuso tu pasión.
Y una noche en que tus celos me colmaron de amargura
con la hiel de mis palabras, yo maté tu corazón.

Tanto decirme:
"Te quiero, te quiero"
yo no lo puedo aguantar,
como un pájaro me muero,
me muero;
necesito libertad.
Abre puertas y cerrojos,
que me dé la luz del sol,
que están ciegos ya mis ojos
de tinieblas y dolor.
Por tu mare yo te imploro
y te lloro,
que no pienses más en mí;
no te quiero, no te adoro,
y no sirvo pa vivir,
en esta cárcel de oro.

Y con prisa por dejarte yo me fui por los caminos,
con mis coplas y mis sueños y mis ansias de vivir,
y al momento mis volantes se enredaron entre espinos
y los nardos y las rosas fueron cardos para mí.
Del vinagre que ahora bebo la culpita es solo mía
y maldigo hasta la hora que probé la libertad.
Pordiosera de cariño, te suplico noche y día
que en la cárcel de tus brazos tú me vuelvas a encerrar.

Vuelve a decirme:
"Te quiero, te quiero".
Vuelve a decirlo, por Dios...
Sin oírtelo me muero,
me muero,
como un nardo sin olor.
Pa borrarte los agravios
que te hice padecer,
si pudiera, de mis labios
me arrancaba hasta la piel.

A una fragua yo me echara
pa salir purificá
si de nuevo tú en mi cara
te volvieras a mirar.
Vale más que los tesoros
del moro
tu cariño para mí;
por tu mare yo te imploro
que me encierres pa vivir
en esta cárcel de oro.
Carcel de oro - Isabel Pantoja


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