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miércoles, 2 de febrero de 2011

Gitanos en caravana

Autores: Quintero, León y Gordillo
Gitanos por la carretera,
que fatiga tienen, que pena me dan,
errantes, sin saber siquiera,
ni de donde vienen, ni para donde van.
Gitanos en caravana,
gitanos muertos de sed,
ni piedad samaritana,
ni pozo donde beber.
Cantando por el mundo entero,
con la voz morena del rey faraón,
lunares, bronces y panderos,
y un rosal de pena en el corazón.

Pozo de tiniebla y piel aceitunada,
cintura delgada de palma y jazmín,
cruzan como sombras, ya de madrugada,
por una vereda que no tiene fin.
La luna, lunera, les sale al encuentro,
por montes y valles y a orillas del mar,
mientras se les clava, corazón adentro,
un cuchillo en copla que empieza a cantar.

Gitanos por la carretera,
que fatiga tienen, que pena me dan,
errantes, sin saber siquiera,
ni de donde vienen, ni para donde van.
Gitanos en caravana,
gitanos muertos de sed,
ni piedad samaritana,
ni pozo donde beber.
Cantando por el mundo entero,
con la voz morena del rey faraón,
lunares, bronces y panderos,
y un rosal de pena en el corazón.
Gitanos en caravana - Rosita Ferrer

jueves, 20 de enero de 2011

Clavá en mi amargura

Autores: Llabrés, Molés y Gordillo
Hoy me han dicho que tú eres mi madre,
mi madre del alma, que no conocía,
y al mirar tu retrato me encuentro,
con esa grandeza que yo presentía.
Cuantas veces llamé a tus recuerdos,
sin ver que la muerte de mi te alejaba,
y al verte en el cuadro 
que un hombre pintara,
he visto que en sueños 
mi madre tenía tu misma cara.

Ay, tu muerte clavada en mi amargura,
las caricias que yo te guardaba,
si pudiera abrazarme a tu cuello,
a cambio de un beso, mi vida te daba.
Madrecita que no he conocido,
madrecita que tanto he soñado,
con tus ojos clavados en los míos,
que importa la muerte, si estoy a tu lado.

Al que tenga una madre a su lado,
que puede importarle, sentir una pena,
no hay tristeza que gane a los besos,
que salen del alma de una madre buena.
Yo siempre sentí la agonía,
de verme en la vida sin guía, 
ni amparo, pensando en mirarte,
escucho tus pasos,
y siento en mi venas,
que un ángel de gloria,
me da tu abrazo.

Ay, tu muerte clavada en mi amargura,
las caricias que yo te guardaba,
si pudiera abrazarme a tu cuello,
a cambio de un beso, mi vida te daba.
Madrecita que no he conocido,
madrecita que tanto he soñado,
con tus ojos clavados en los míos,
que importa la muerte, si estoy a tu lado.
Clavá en mi amargura - Marife de Triana

lunes, 10 de enero de 2011

La sombra vendo

Autores: Llabrés, Molés y Gordillo
Llevo los abanicos, de mil colores,
que en la plaza florecen con alegría,
quitan al sol con gracia sus resplandores,
y alegran la tragedia de la corrida.
Cuando la puerta de los toriles,
se rompe en quiebro de seguidilla,
mis abanicos se ven por miles,
y le dan celos a las mantillas.

La sombra, la sombra vendo,
¿quién me la quiere comprar?
de dinero, yo no entiendo,
la doy casi regalada.
La sombra, la sombra vendo,
para competir con el sol.
cómprela usted, caballero, 
que no hay en el mundo entero,
la sombra que vendo yo.

Para vender la sombra, me quedo fuera,
y adivino el paseo de las cuadrillas,
sueño que estoy mirando desde barrera,
la suerte pinturera, de banderillas.
Mis abanicos sobre el tendío,
con su aleteo de colorines,
marcan al quite su escalofrío,
y le hacen guiños a los clarines.

La sombra, la sombra vendo,
¿quién me la quiere comprar?
de dinero, yo no entiendo,
la doy casi regalada.
La sombra, la sombra vendo,
para competir con el sol.
cómprela usted, caballero, 
que no hay en el mundo entero,
la sombra que vendo yo.
La sombra vendo - Marife de Triana

jueves, 30 de diciembre de 2010

En el quicio de mi puerta

Autores: Murillo y Gordillo
Todas las noches salía, 
a esperarlo en el zaguán,
por si mi novio venía, 
sobre su potro alazán. 
Con el trote del caballo, 
me trajo el viento un cantar:
Ay, un beso de abril y mayo, 
y un nos vamos a casar.

Que canten los manantiales, 
y la luz del sol que sale. 
Cuando tenga un hijo tuyo,
que imagen del padre sea, 
y que tus ojos los vea, 
cuando me miren los suyos
Esté dormida o despierta, 
contigo estaré soñando,
ahora y siempre,
viva o muerta. 
en el quicio de mi puerta, 
siempre te estaré esperando.

Cuando se fue ya llevaba, 
en el hombro su fusil, 
mi corazón lo esperaba, 
soñando verlo venir. 
Una noche trajo el viento, 
ecos de un claro clarín. 
ay, me dijo un presentimiento, 
ay, que me quedé sin ti.

Que cesen los manantiales,
y llore el sol cuando sale.
De luto estaré ese día, 
si el hijo que tú me dieras, 
España me lo pidiera, 
yo también se lo daría. 
Esté dormida o despierta, 
contigo estaré soñando,
ahora y siempre,
viva o muerta,
en el quicio de mi puerta,
siempre te estaré esperando.
En el quicio de mi puerta - Marife de Triana

lunes, 1 de noviembre de 2010

Los cuatro candiles

Autores: Quintero y Gordillo
Como el que pide limosna yo te dije
"Por Dios, no te apartes de mí".
Lo mismo que un niño chico
que va pidiendo limosna,
cariño por compasión te pedí,
y tuviste el valor de dejarme morir.
A la horita que el gallo cantaba,
con tu velo y tu corona de azahares,
fuiste a venderte como una esclava,
caridad te suplicaron mis pesares,
pero por cante me lo cambiabas.

Ya están muertecitos los cuatro candiles
que echaban tus luces en mi callejón.
Y anoche me han puesto faroles a miles
de mayo y abriles cuajados en mi balcón.
Está hecho a ganar 
y que quieras, que no,
tu barquito en la mar, 
esta vez se perdió 
con tus cuatro candiles, 
compañero, con Dios.

Lo mismo que una veleta
te volviste para mí cuando el viento cambió.
Tu corazón variable,
lo mismo que una veleta,
rodando por esos mundos de Dios,
tú a mi puerta a pedir limosnita de amor.
A la horita del sol por levante
me acordaba de tu velo y tu corona,
y aquel vestido tan elegante,
y el cariño que te tuvo mi persona
cambió de rumbo, como tu cante.

Ya están muertecitos los cuatro candiles
que echaban tus luces en mi callejón.
Y anoche me han puesto faroles a miles
de mayo y abriles cuajados en mi balcón.
Está hecho a ganar 
y que quieras, que no,
tu barquito en la mar, 
esta vez se perdió 
con tus cuatro candiles, 
compañero, con Dios.
Los cuatro candiles - Rafael Farina

sábado, 12 de junio de 2010

La ventolera

Autores: Arias y Gordillo
En el barrio de la Macarena,
me dijo un mocito me muero por tí,
y enseguida me hice la cuenta,
de que ese amorcillo me gustaba a mí.

Y de pronto me guiñó,
y de pronto le guiñé,
y no quiero ni acordarme,
de lo que vino despues.
Que si tú, que si yo,
que si todo se acabó,
que si dime que sí,
no me digas que no.

Cada avellana que parta mi boca,
será para los dos.
Los hilillos de la mar,
son igual que los veleros,
que no andan el caminito,
si no los empuja el viento.
¡Ay!, que me empuja la ventolera,
la ventolera, la ventolera,
y yo dejo que me lleve,
para donde quiera, 
para donde quiera.

Nos casamos y un año justito,
pasamos felices la luna de miel,
pero un día tuvimos un disgusto,
por un laberinto que tuvo Manuel.

Y de pronto se enfadó,
y de pronto me enfadé,
y armamos una pelotera,
que no quiera usted saber.
Que si tú, que si yo,
que si todo se acabó,
dime que no es verdad,
que te digo que no.

Cada avellana que parta mi boca,
será para los dos.
Los hilillos de la mar,
son igual que los veleros,
que no andan el caminito,
si no los empuja el viento.
¡Ay!, que me empuja la ventolera,
la ventolera, la ventolera,
y yo dejo que me lleve,
para donde quiera, 
para donde quiera.

¡Ay!, que me empuja la ventolera,
la ventolera, la ventolera,
y yo dejo que me lleve,
para donde quiera, 
para donde quiera.
La ventolera - Marife de Triana

miércoles, 9 de junio de 2010

Locura de mi querer

Autores: Moles y Gordillo
Dicen que soy para los hombres, 
tristeza y castigo,
y aunque lo sabes, 
tu quieres casarte conmigo.
Yo solo puedo ofrerte la vida que tengo
y un ansia de amores, 
pero eres tú de esos hombres,
que buscan veneno, veneno en las flores.
Corazón, ¡ay, que pena me dás corazón!
no distingues al rey del mendigo,
si te entregas con firme pasión,
donde está la razón, 
para que jueguen contigo.

Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tu una muralla de firma roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca,
que me importa que el mundo,
por darme tormento me digan loca.

Yo siempre fuí presumiendo 
de haberte querido,
y ahora eres tú quien separa
tu nombre y el mio.
Cuando tus labios de fuego,
en vez de besarme quemaron mi boca,
los potros de mis sentidos,
se me desbocaron volviéndome loca.
Corazón, fierecilla que un hombre mató,
ya estás solo con tu desventura,
no te extrañe que a este dolor,
¡ay!, morirse de amor, 
se le llame locura.

Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tú una muralla de firme roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca.
Que me importa que el mundo,
por darme tormento, 
me digan, ¡ay!, la loca.
Locura de mi querer - Marifé de Triana

lunes, 8 de febrero de 2010

Tientos del cariño

Autores: Gordillo, Quintero y Leon Arias
De lo moreno que era,  
la piel, parecia, que le verdeaba
por eso las tapaeras que de todo
el sentido, a mi me quitaba.

Con negras ducas mortales, 
los dos nos quisimos hasta el frenesí,
y despues lloré canales,
al ver que con otra te fuiste de mí.

Y despues del desengaño mio,
mi bien, cada vez que nos vemos,
lo mismo que dos extraños,
tu y yo, no nos conocemos.

Me dan temblores de muerte,
si en medio la calle tropiezo contigo, 
y tiemblo nada mas que verte 
y ya no me conozco, ni se lo que digo.

Se me nota en el semblante,
que tengo pena ¡valgame Dios! 
que te quiero mas que antes,
aunque yo diga, diga que no.

Por este cariño ciego, 
sangre de mi sangre, 
de las carnes mias
al padre Dios yo le ruego, 
que me libre pronto, 
de esta mala vida.

Al Padrecito que esta arriba,
yo le ruego, que me libre pronto
de esta perra vida.
Los tientos del cariño - Miguel Poveda

miércoles, 6 de enero de 2010

Torre de arena

Autores: Llabrés, Gordillo y Sarmiento


Como lamentos del alma mía
son mis suspiros, válgame Dios,
fieles testigos de la agonía
que va quemando mi corazón.
No hay, en la noche de mi desventura,
ni una estrellita que venga a alumbrar
esta senda de eterna amargura
que, triste y oscura,
no sé dónde va...
Esta senda de eterna amargura
que, triste y oscura,
no sé donde va...
Torre de arena
que mi cariño supo labrar.
Torre de arena
donde mi vida quise encerrar.
Noche sin luna,
río sin agua, flor sin olor...
Todo es mentira, todo es quimera,
todo es delirio de mi dolor.
Como una flor que deshoja el viento
se va muriendo mi corazón,
y, poco a poco, mi sufrimiento
se va llevando todo mi amor.
Como una fuente callada y sin vida.
Como el barquito que pierde el timón.
Como flor del rosal desprendida
está dolorida
mi pobre ilusión...
Como flor del rosal desprendida
está dolorida
mi pobre ilusión...
Torre de arena
que mi cariño supo labrar.
Torre de arena
donde mi vida quise encerrar.
Noche sin luna,
río sin agua, flor sin olor...
Todo es mentira, todo es quimera,
todo es delirio de mi dolor.
Torre de arena - Marife de Triana


viernes, 11 de diciembre de 2009

La Emperaora

Autores: Llabrés, Moles y Gordillo

Por reina de los tablaos
Me llaman la emperaora
Y corre por los colmaos
Mi fama de cantaora
Sola contra el mundo entero
Al brillo de los dineros
Mi honra quieren comprar
Lo que nadie logrará
Mi nombre de boca en boca
Lo gritan sin sentimiento
Sin ver que soy una roca
Que desafía los vientos
Mi sino nadie se meta a quitarme
Las cruces de mi destino
Mi suerte castillo faro y lucero
Que no le teme a la muerte
Lamento pregonar con vuestras coplas
Lo que vale esta mujer
Que quiero ser por siempre emperaora
Que a los hombres nunca implora
Ni llora por ningún querer
Se derrumbó mi lucero
Por el cariño de un hombre
Y no me importa y lo quiero
Aunque critiquen mi nombre
Yo no siento cobardía
Mi pena es tan solo mía
Que nadie atiende a razón
cuando manda el corazón
No importa que por las calles
murmuren que no soy buena
Yo no hago caso de nadie
que no merece la pena
Mi sino nadie se meta a quitarme
Las cruces de mi destino
Mi suerte castillo faro y lucero
Que no le teme a la muerte
Lamento pregonar con vuestras coplas
Lo que vale esta mujer
Que quiero ser por siempre emperaora
Que a los hombres nunca implora
Ni llora por ningún querer
Mi nombre de boca en boca
Lo gritan sin sentimiento
Sin ver que soy una roca
Que desafía los vientos
Mi sino nadie se meta a quitarme
Las cruces de mi destino
Mi suerte castillo faro y lucero
Que no le teme a la muerte
Lamento pregonar con vuestras coplas
Lo que vale esta mujer
Que quiero ser por siempre emperaora
Que a los hombres nunca implora
Ni llora por ningún querer
Se derrumbó mi lucero
Por el cariño de un hombre
Y no me importa y lo quiero
Aunque critiquen mi nombre
Yo no siento cobardía
Mi pena es tan solo mía
Que nadie atiende a razón
cuando manda el corazón
No importa que por las calles
murmuren que no soy buena
Yo no hago caso de nadie
que no merece la pena
Mi sino nadie se meta a quitarme
Las cruces de mi destino
Mi suerte castillo faro y lucero
Que no le teme a la muerte
Lamento pregonar con vuestras coplas
Lo que vale esta mujer
Que quiero ser por siempre emperaora
Que a los hombres nunca implora
Ni llora por ningún querer
La Emperaora - Marife de Triana