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martes, 7 de diciembre de 2010

Compañero (Quintero, León y Quiroga)

Autores: Quintero, León y Quiroga
Lo note por una rosa,
que llevaba en la solapa, cierto día,
ya tu ves que poca cosa,
y el dolor que me causó no se me olvida.
Lo afirmaron las señales,
sus ojeras, su manera de mirar,
y empezaron los puñales,
y el venir, dando el reloj la madrugada.
Y yo ni un reproche,
ni un dime por qué,
y asi cada noche,
bebiendo en la sombra,
mi copa de hiel.

Compañero,
me da miedo de quererte
de este modo que te quiero.
Compañero,
que me das pena de muerte
y yo en cambio te venero.
Es como un embrujamiento
del que no puedo salir,
es la rueda de un tormento
que me tiene sin vivir.
¿Hasta cuándo esta agonía?
le pregunto a los luceros,
y me dicen cada día
eso ya es para toda la vida,
compañero, ay compañero.

Anteayer me dijo Lola,
y después quiso enmendarlo con María;
cuando al fin me quedé sola,
sin querer me eché a llorar despavorida.
Yo ya sé dónde la tienes
y que vale doble más que valgo yo,
pero hablar no me conviene
y prefiero estar callada en mi dolor.
Y nada de un mal gesto,
contenta y feliz,
y así para los restos
con tal de que nunca te apartes de mí.

Compañero,
me da miedo de quererte
de este modo que te quiero.
Compañero,
que me das pena de muerte
y yo en cambio te venero.
Es como un embrujamiento
del que no puedo salir,
es la rueda de un tormento
que me tiene sin vivir.
¿Hasta cuándo esta agonía?
le pregunto a los luceros,
y me dicen cada día
eso ya es para toda la vida,
compañero, ay compañero.
Compañero (Quintero, León y Quiroga) - Luisa Ortega
Gracias a Carlos, del canal de youtube carlos1946ify que nos ha facilitado el audio de esta preciosa copla.

Como castigo de Dios

Autores: Quintero, León y Quiroga
Yo tuve la culpa de lo que ha pasado,
yo he sido la causa de tu perdición,
yo, que su cariño flamenco y honrado,
cambié en remolino de mala pasión.
Por qué aquella tarde llamé a su herrería,
por qué como un viento me entré por su fragua,
por qué bajo un techo que no merecía,
tomé de aquel hombre su pan y su agua.

Y por qué de mis porqués,
por qué si no lo quería,
por qué me dejé querer.
Bendito, bendito sea
tu pelo más negro 
que noche sin luna.
Bendita, bendita sea
tu cara gitana, 
de piel de aceituna.
Benditos tus clisos
cuando me miraron,
benditos tus rizos
que me acariciaron.
Bendita, bendita tú
que con palabras de amores
viniste a ponerme flores
en los clavos de mi cruz,
en los clavos de mi cruz.

Yo fui quien con otro pasó por su lado,
fingiendo no verlo junto al callejón;
yo fui la causante que aquel desgraciado
hiciera una muerte pa su perdición.
¿Porqué no se para la sangre en mis venas?
¿Porqué no me prenden si fui su cuchillo?
¿Porqué no me ponen cargada de cadenas
y juntos nos llevan al mismo presidio?

Y por qué de mis porqués,
por qué me muero de pena,
y no puedo estar con él.
Maldito, maldito sea
mi pelo más negro 
que noche sin luna.
Maldita, maldita sea
mi cara gitana 
de piel de aceituna.
Malditos mis clisos
cuando te miraron.
Malditos mis rizos
que te acariciaron.
Maldita, maldita yo
que te traje mala suerte,
y que merezco la muerte,
como castigo de Dios,
como castigo de Dios.
Como castigo de Dios - Luisa Ortega
Gracias a Carlos, del canal de youtube carlos1946ify que nos ha facilitado el audio de esta preciosa copla.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Campanita de la Vela

Autores: Quintero, León y Quiroga
Yo te quiero mas que a nadie,
me decia a cada momento,
a traves de la candela,
de claveles perfumada,
y llegaba a mis mejillas,
la caricia de su aliento,
y el embrujo misterioso,
de la noche de Granada.
Pero yo con veinte años,
no entedía su locura,
y lo eché sin un motivo,
con cajitas destempladas,
y en el mismo punto y hora,
empezó mi desventura,
y el morirme a cada paso,
por no verlo embelesada.

Campanita de la Vela,
de la Vela, Vela va,
tu sonido, me consuela,
en mi negra soledad.
Ya no valen los suspiros,
ni el perdoname, por Dios,
que merezco cuatro tiros,
por jugar con su dolor.
Ya no vino a mi cancela,
que para siempre está cerrada.
Campanita de la Vela,
campanita de la Vela,
de la Vela de Granada.

Nos cruzamos por la calle,
como dos desconocidos,
y volvemos la cabeza,
sin poderlo remediar,
y me entra por los pulsos,
como un escalofrío,
y en los ojos, unas ganas,
infinitas de llorar.
Él ya sabe de memoria,
que yo estoy arrepentida,
pero puede mas su orgullo,
que mi desesperación,
y entre pitos y entre flautas,
se nos va a pasar la vida,
y el que va a pagar el pato,
va a ser nuestro corazón.

Campanita de la Vela,
de la Vela, Vela va,
tu sonido, me consuela,
en mi negra soledad.
Ya no valen los suspiros,
ni el perdoname, por Dios,
que merezco cuatro tiros,
por jugar con su dolor.
Ya no vino a mi cancela,
que para siempre está cerrada.
Campanita de la Vela,
campanita de la Vela,
de la Vela de Granada.
Campanita de la Vela - Luisa Ortega

viernes, 22 de octubre de 2010

Torres de España

Autores: Quintero, León y Quiroga
Una copla es una torre, 
que se eleva hasta los cielos
con perfumes de azahares, 
de canela y de limón,
que lo mismo habla de llanto, 
que de risas, que de celos
pues la copla es una rosa 
del rosal del corazón.
Es bandera de alegría,
y campana de pesar,
es paloma al mediodía,
y puñal de madrugá.

Torres de España,
de la guitarra sobre la noche se oye el lamento.
Torres de España,
y un hombre dice su pena negra con sentimiento.
La mocita con ojeras
mientras borda va cantando,
el romance de una espera
que con ella está acabando.
Torres de España,
la copla rueda por los caminos de tierra y mar.
Torres de España, de España
y es como un bando de ruiseñores que echa a volar.

Golondrina mensajera, 
con un lazo rojo y gualda,
va la copla por el viento 
de un lugar a otro lugar
y lo mismo cruza un río 
que se posa en la Giralda,
que se enreda en las veletas 
de las torres del Pilar.
Por los campos de Castilla
es de trigo y es de sol
y en las noches de Sevilla,
arco iris de color.

Torres de España,
de la guitarra sobre la noche se oye el lamento.
Torres de España,
y un hombre dice su pena negra con sentimiento.
La mocita con ojeras
mientras borda va cantando,
el romance de una espera
que con ella está acabando.
Torres de España,
la copla rueda por los caminos de tierra y mar.
Torres de España, de España
y es como un bando de ruiseñores que echa a volar.
Torres de España - Luisa Ortega

martes, 21 de septiembre de 2010

Amparo

Autores: Quintero, León y Quiroga
En el silencio de la calleja,
cuando de noche se abren las rosas,
Amparo llora tras de su reja
como si fuera la Dolorosa.
"Este caso es muy extraño"
dicen por la vecindad,
no ha cumplido veinte años
y ya sabe de llorar.
Y en la taberna de enfrente
canta Paco, el del lunar
entre copas de aguardiente:

¡Amparo, mi Amparo,
con la Magdalena yo a ti te comparo!
¡Ay, Amparo!
¿Por quién llevan luto tus ojitos claros?
Soy como un navío
sin luna y sin faro,
que en un mar de penas
me encuentro perdido,
me encuentro perdido,
¡Amparo, mi Amparo!

Con la carita como de luna,
frente a la burla del barrio entero,
Amparo triste mece en la cuna
a un chavalillo que es un lucero.
"Es su madre una cualquiera"
dicen por la vecindad,
el morir más le valiera,
¡qué penita de chaval!
Y para callar a la gente
canta Paco, el del lunar
en la taberna de enfrente:

¡Amparo, mi Amparo,
con la Magdalena yo a ti te comparo!
¡Ay, Amparo!
¡Porque eres mi estrella, mi luna y mi faro!
Alegra, bien mío,
tus ojitos claros,
que ese niño tuyo,
tendrá mi apellido,
tendrá mi apellido,
¡Amparo, mi Amparo!
Amparo - Luisa Ortega

viernes, 14 de mayo de 2010

Con mis propios ojos

Autores: Quintero, León y Quiroga
Yo estaba entre mis rosales
mi patio y mi reja, viviendo un querer,
bordando tus iniciales,
soñando despierta, con ser tu mujer,
Mi vieja, me lo decía,
muchacha, este hombre me huele a charrá
más yo bordando seguía,
cautiva en las redes, de aquel loco amar.
Pero el tiempo le dio la razón,
a la madre de mi corazón,

Ay, que con estos ojitos negros
que se ha de comer la tierra.
Ay, madre que yo lo vi.
Ay, que lo vi, con esa persona,
Que en él hacen paz y guerra
y es un cuchillo para mí
para qué más tormento
para qué más dolor.
Que el haberlo visto
con estos ojitos,
Ay, madre del alma,
con estos ojitos,
que lo he visto yo,

Yo voy a volverme loca
pues no me conformo con este sufrir,
de ver tan pobre en mi boca,
que ni un solo beso me queda de ti,
La luna en mi celosía
alumbra el escombro de mi corazón,
me dán las claras del dia
soñando unos pasos por el callejón.
¿Qué veneno me diste a beber?
que quisiera probarlo otra vez,

Ay, que con estos ojitos negros
que se ha de comer la tierra.
Ay, madre que yo lo vi.
Ay, que lo vi, con esa persona,
Que en él hacen paz y guerra
y es un cuchillo para mí
para qué más tormento
para qué más dolor.
Que el haberlo visto
con estos ojitos,
Ay, madre del alma,
con estos ojitos,
que lo he visto yo.
Con mis propios ojos - Luisa Ortega