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sábado, 20 de noviembre de 2010

El florero

Autor: Penella
Salid a la reja,
salid, ya mocitas,
que llevo unas flores
la mar de bonitas,
los blancos jazmines,
los rojos claveles,
la rosa temprana,
salid para comprarme
las flores, mocitas serranas.

Vendo flores, ay que flores,
que en todo el mundo,
las hay mejores.
La roseta para el mocito
que quiera adornarse,
los azahares para las mocitas
que van a casarse,
y también llevo la siempreviva,
por si hay que comprarla
para el que va a diñarla.

El florero, el florero más castizo
más juncal y pinturero,
el florero, que por cuatro perras gordas
le da a usted un jardín entero.
Comprádmelas, que mi madre es jardinera
y ella misma las cortó.
Y no quiero que en Andalucía
haya otra madre mejor que la mía
¡y lo digo yo! 
Porque si, señor.

Vendo flores, ay que flores,
que en todo el mundo,
las hay mejores.
¡Florero!
El florero - Concha Piquer

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Agüita clara

Autor: Penella
Tengo yo un pena, pena,
que me hiere el corazón,
que me oscurece el sentido,
ay ay a, y me quita la razón.

Nací entre verdes chumberas,
en una cueva gitana,
y mas feliz yo vivía,
que una rosita temprana.
Los pajarillos y las flores, 
me daban sus alegrías,
y yo era la más dichosa,
de las mujeres nacías.

Pero un día llego hasta mi puerta,
un mocito gitano cañí,
bajó del caballo, se quitó el sombrero,
y dijo con gracía, llegando hasta mi,
llegando hasta mi:
"Dame, gitana preciosa, 
un poquito de agua clara, 
que de sed me están matando, 
los ojitos de tu cara".
"Beba si quiere el mocito,
que calmar su sed yo quiero,
y si quiere beber conmigo, 
también yo de sed me muero".
Bebió... bebí...
Nuestros ojos se encontrarón,
y al mirarnos tan cerquita,
dos suspiros se juntaron,
dos suspiros que volaron,
como dos maripositas
y en el aire se besaron.

Se fué el caminante,
llorando le vi marchar,
por la carretera alante,
hasta que no le ví más,
ya nunca más.

Desde el día en que al mocito,
yo le dí mi agüita clara,
no han dejado de llorar
nunca los ojitos de mi cara.
Estas si que son pesares,
estas si que son penitas,
que la sed de los quereres,
no las curan lagrimitas.

Tengo yo un pena, pena,
que me hiere el corazón,
que me oscurece el sentido,
ay ay a, y me quita la razón.

Agüita clara - Concha Piquer

miércoles, 3 de febrero de 2010

La Maredeueta

Autores: Penella y Santonja
Era un huerto alegre cuajado de flores
en la vega hermosa que el Turia acaricia
era un nido eterno, de los ruiseñores
jardín encantado de toda delicia

Allí en la barraca nació Viçenteta
que a las mismas flores envidia les daba
y allí cierta noche, dió cita indiscreta
a un humilde artista que fiel la adoraba

Y ante los encantos de musa tan bella
fue la amante de ella el pobre escultor
que esclavo del arte, en su alma sentía
así le decía, temblando de amor.

Xiqueta, xiqueta meua
jo ta imatge vull copiar
seràs la Maredeueta
la Maredeueta, més volguda
i boniqueta que es venera en el altar.

{Chiquita, chiquita mia
tu imagen yo quiero copiar,
seras la Virgencita,
la Virgencita, mas querida
y bonita que se venera en el altar}

Bajo el emparrado de la barraqueta
una bella imagen surgió entre las flores,
y copiando el rostro, de su Viçenteta
modeló un conjunto de gracias y amores

De sus brujas manos surgió la escultura
con calor de vida que su arte le daba
y fue aquella imagen de amor y ternura
la Sagrada Virgen que el pueblo adoraba.

Y por vez primera, cubierta de flores
la Gloriosa Virgen salió en procesión
y al verle las mozas, su cara de cielo
de todas las bocas, salió esta canción.

Mireu a la Viçenteta, més igual
no pot estar, ella és la Maredeueta
la Maredeueta, més volguda i boniqueta
que es venera en el altar.

{Mirad a la Vicentita, mas igual
no puede estar, ella es la Virgencita,
la Virgencita, mas querida y bonita
que se venera en el altar}

Todo en la barraca, cantaba y reía
feliz el artista amó a Viçenteta
pero ella por otro en aciago dia
huyó para siempre de su barraqueta

El quedó tan triste que aquel mismo año
al salir su Virgen en la procesión
recordando al verla, su cruel desengaño
quiso destrozarla, gritando ¡traición!

Se paró la gente, cesaron los cantos
insultó a la Virgen en su frenesí
más pronto, rendido, vencido, humillado
cayó arrodillado, diciéndole así

¡Oh Santa Maredeueta!,
no me faces desgraciat
torna'm la meua xiqueta
la meua xiqueta
que té la teua careta
¡Mare dels Desamparats!.

{¡Oh Santa Virgencita!
no me hagas desgraciado,
devuelveme a mi chiquita,
mi chiquita,
que tiene tu carita
¡Madre de los Desamparados!}
La Maredeueta - Concha Piquer
Nota: En la letra de la copla, las estrofas que estan en blanco y metidas entre llaves, son la traducción al castellano de los estribillos que se cantan en valenciano.

lunes, 11 de enero de 2010

En tierra extraña

Autores: Penella y Alvarez
Voy a contarles a ustedes
lo que a mí me ha sucedido,
es la emoción más profunda
que en mi vida yo he sentido.

Fué en Nueva York
una nochebuena, que yo preparé una cena
para invitar a mis paisanos,
y en la reunión, toda de españoles,
entre vivas y entre oles,
por España se brindó.

Pues aunque allí no beben por la ley seca,
y sólo al que está enfermo despachan vino,
yo pagué a precio de oro una receta
y compré en la farmacia vino español.
Vino español, vino español.

El vino de nuestra tierra
bebimos en tierra extraña.
Qué bien que sabe ese vino
cuando se bebe lejos de España.
Por ella brindamos todos
y fue el fin de aquella cena,
la nochebuena más buena
que soñar pudo un español.

Mas de pronto se escuchó
un gramófono sonar:
callad todos, dije yo,
y un pasodoble se oyó
que nos hizo suspirar.

Cesó la alegría,
ya todos lloraban,
ya nadie reía,
todos lloraban.
Y oyendo esa música
allá en tierra extraña.
Eran nuestros suspiros,
¡Suspiros de España!
En tierra extraña - Concha Piquer