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sábado, 15 de mayo de 2010

Mi Rita bonita

Autor: Castellanos, Solano y Oliveros
Cuentan que en Andalucía,
en el café de Chinitas,
hubo una moza trigueña,
que le llamaban la Rita.
Bailaora de tronío,
de las de ojeras azuladas,
con sus chapines de raso,
y sus enaguas rizadas.
Y se la llevó un gitano,
la que quiso el señorío,
que tuvo por nombre Paco,
y fue de color sombrío.

¡Ay!, que con el aire que tú llevas,
¡Ay!, que cuando tú vas bailando,
y los ojitos de tu cara 
de vida me van llenando,
y a todito el mundo le digo
este estribillo cantando:

Ya me quiere mi Rita bonita,
la llave de mi tesoro de oro,
que ya tengo quien me diga:
Paco, llévame a los toros.
Paco, llévame a los toros.

En juergas y romerías,
luce Rita su tornado,
y Paco va de veleta,
con sus anillos dorados.
Una niña de bandera,
se interpuso entre los dos,
y en defensa de su Paco,
Rita la vida perdió.
Según cuentan los flamencos
y toda la torería,
Chinitas en sus espejos,
crespones negros ponía.

¡Ay!, que con el aire que tú llevabas,
¡Ay!, que cuando tú ibas bailando,
y los ojitos de mi cara 
de pena se están llenando,
y a todito el mundo le digo,
este estribillo penando:

Se murió ya mi Rita bonita,
la llave de mi tesoro de oro,
ya no tengo quien me diga:
Paco, llévame a los toros.
Paco, llévame a los toros.
Mi Rita bonita - Miguel de Molina

martes, 5 de enero de 2010

El Relicario

Autores: José Padilla, Armando Oliveros y Jose María Castellví

El día de San Eugenio,
yendo hacia El Prado le conocí.
Era el torero de más tronío
y el más castizo de "to" Madrid.
Iba en calesa, pidiendo guerra,
y yo al mirarle me estremecí.
El al notarlo, salió del coche
y muy garboso, vino hacia mi.
Tiró la capa con gesto altivo,
y descubriéndose me dijo así.

Pisa, morena,
pisa con Garbo,
que un relicario,
que un relicario,
me voy a hacer
con el trocito
de mi capote
que haya pisado
que haya pisado
tan lindo pie

Un Lunes abrileño
él toreaba y a verle fui.
Nunca lo hiciera, que aquella tarde
de sentimiento, creí morir.
Al dar un lance,
cayó en la arena;
se sintió herido
miró hacia mí.
Un relicario sacó del pecho,
y yo al instante reconocí
cuando el torero caía inerte,
en su delirio decía así:

Pisa, morena,
pisa con Garbo,
que un relicario,
que un relicario,
me voy a hacer
con el trocito
de mi capote
que haya pisado
que haya pisado
tan lindo pie
El Relicario - Rocio Jurado