Autores: León y Quiroga
De Sevilla un patio salpicado de flores,
y una fuente en medio con un surtidor,
rosas y claveles de todos los colores,
que no las soñara mejor un pintor.
Tras de la cancela de hierro forjado,
hay una mocita de tez bronceá,
y juntito a ella, moreno y plantaó,
un mozo encendío que hablándola está.
La luna, rosa de plata,
bañó el patio con su luz,
muy cerquita de su novia,
dijo el mocito andaluz:
Rocío, ¡Ay, mi Rocío!
manojito de claveles,
capullito florecido,
de pensar en tus quereres
voy a perder el sentido,
porque te quiero, mi vida,
como nadie te ha querido,
Rocío, ¡Ay, mi Rocío!
Ahora es otro el patio, salpicado de rosas,
patio de las monjas de la Caridad,
Donde hasta la fuente llora silenciosa,
la canción amarga de su soledad.
Regando las flores hay una monjita,
que como ellas tiene carita de flor,
y que se parece a aquella mocita,
que tras la cancela, le hablaban de amor.
La luna, rosa de plata,
el patio bañado de luz,
mas ya no suena la copla
de aquel mocito andaluz.
Rocío, ¡Ay, mi Rocío!
manojito de claveles,
capullito florecido,
de pensar en tus quereres
voy a perder el sentido,
porque te quiero, mi vida,
como nadie te ha querido,
Rocío, ¡Ay, mi Rocío!
Rocio - Imperio Argentina
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