lunes, 29 de marzo de 2010

Tientos del reloj

Autores: Quintero, León y Quiroga
Cuando se marcha de noche
no le pregunto a donde va,
y en mis tinieblas me quedo
sola con mi soledad.
Y cuando siento la llave,
rayando el filo del día,
hago ver que no me entero
entre despierta y dormida.

No sé lo que hacer,
No sé lo que hacer,
que me duele la cal de los huesos,
de tanto querer.
Las ducas que paso yo no se las diera,
al más enemigo de mis enemigos,
para que no sufriera
¿Dónde estará ahora?
¿Qué será de él?
Otros labios le estaran besando
para calmar su sed.
Y me dan en vilo la una y las dos,
y me voy clavando,
como dos puñales,
las dos manecillas que tiene el reloj.

Yo sé que hay otra en su vida,
que no lo quiere para nada,
y que lo tiene loquito,
y bien que lo torea.
Se le descompone la cara,
cuando regresa a mi vera,
y hago ver que no le miro
los surcos de sus ojeras.

Mejor es callar,
mejor es callar,
que no sepa que yo voy conociendo, 
me entero de todo.
Las ducas que paso yo no se las diera
al más enemigo de mis enemigos,
para que no sufriera
¿Dónde estará ahora?
¿Qué será de él?
Otros labios estará besando
para calmar su sed.
Y me dan en vilo la una y las dos,
y me voy clavando,
como dos puñales,
las dos manecillas que tiene el reloj.
Tientos del reloj - Estrellita Castro

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