Autores: Quintero, León y Quiroga
Con la risa entre los labios,
me entregaste una moneda,
no te vayas de mi vera, gitanita zahorí,
que en la palma de la mano,
necesito que me leas,
de qué muerte o de qué goria,
me tendré yo que morir.
Y leyendo en tu siniestra,
vi los rumbos escondidos,
de la raya de la suerte
y el camino del amor,
y yo vi que eran iguales,
igualitos a los míos,
y miré tu pensamiento,
y en el fondo estaba yo.
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita,
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en la ermita,
del desengaño mayor.
La calle de mi amargura,
de mi amargura,
sale de las esquinitas,
de aquela buenaventura.
Con la risa entre los labios,
te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes,
ni tampoco en mi querer.
¿Que importaba el sufrimiento
de una niña canastera?
Era poco una gitana,
para un hombre de tu aquel.
Pero el sino estaba escrito,
y las vueltas y revueltas,
de las rayas de tu mano,
se tenía que cumplir.
Yo sabía que en tus ducas,
llamarías en mi puerta,
la limosna de un cariño,
que guardaba para ti.
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita,
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en la ermita,
del desengaño mayor.
La calle de mi amargura,
de mi amargura,
sale de las esquinitas,
de aquela buenaventura.
Buenaventura - Lola Flores
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