Autores: Ochaíta, San Juan y Solano
A pesar de haber nacido en San Bernardo,
que es un barrio sevillano mil por mil,
Araceli era tan blanca como un nardo,
de esos nardos primorosos del abril.
Los mocitos de aquel barrio jaranero,
respetaban su blancura virginal,
lo mismito que respeta el jardinero,
la blancura de la rosa en el rosal.
Mas como el amor es juego,
lo iban dejando para luego,
para cuando el brote de nardos,
acabara de cuajar,
y ahora ponian su orgullo,
en cuidar aquel capullo,
y sin tocarlo cantar:
Araceli, flor de nardo,
no tengas prisa ninguna,
que mas vale un amor tardo,
cuando viene con fortuna.
Tu tienes para resguardo,
cien jardineros a una,
Araceli, flor de nardo,
Ay, ay
Un mocito de la vega de Triana,
se propuso el blanco nardo deshojar,
harto estaba de morder, carnes gitanas,
y blancura le pedía el paladar.
Por la noche cuando el barrio se dormía,
lo mismito que el vergel salta el ladrón,
el mocito ante la reja aparecía,
y aquel nardo lo estrujaba con pasión.
Mas como el amor es fuego,
tuvo que suceder luego,
que el nardo de San Bernardo,
en la vara se secó.
Y una tarde de luz baja,
pasó el nardo en una caja,
y todo el barrio asi cantó:
Araceli, flor de nardo,
no tengas prisa ninguna,
que mas vale un amor tardo,
cuando llega con fortuna.
Tu tienes para resguardo,
cien jardineros a una,
Araceli, flor de nardo,
Ay, ay
Araceli, flor de nardo - Miguel de Molina
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