Autores: Ochaíta, Valerio y Solano
Aunque los mares azules,
fueran leños encendidos,
mi barco los cruzaría.
Si me dieran los perules,
doblones de oro fundido,
ni el oro me detendría.
Copla que empieza, termina
con llanto de una mujer;
que la ausencia es una espina
que solo cura el volver.
Desclavé del suelo los rojos tacones,
callé los jipíos del polo y la caña.
y con un sollozo dije a mis canciones,
allí nos espera, la luna de España.
¡Ay, vámonos, vámonos!
vámonos para Sevilla,
que por Triana,
va la Mariana,
con su cuchilla.
Moguer ya me señala,
en los cafetines
con los amantes
de la Parrala.
Vamos por la verde esquina,
de la lima y el limón,
donde tengo una vecina
trastornada del corazón.
Vamos Lirio y Petenera,
vamos Doña Sol y Lola,
que si no estáis a su vera,
con la Concha por bandera,
España, España se queda sola.
Cuando una copla entrelaza
otro corazón y el mío,
la garganta se me afila.
Y canté para dos razas,
si las dos me han entendido,
ya puedo morir tranquila.
Desde Cádiz hasta el Plata,
de Madrid a Bogotá,
yo fui una concha de nácar,
que bautizó en un cantar.
Y por los palacios de viejos virreyes,
y por la manigua del sol y la caña,
esta cantaora no tuvo más leyes
que poner jirones de sangre de España.
¡Ay vámonos, vámonos!
vamos para los Madriles
donde Almudena vende violetas
todos los abriles.
Granada lo merece
que hace a las niñas
emperatrices de los franceses.
Vamos por el ganapierde
del oscuro callejón,
donde están los ojos verdes
llorando su perdición.
Vamos Lirio y Petenera,
vamos Doña Sol y Lola,
que si no estáis a su vera,
con la Concha por bandera,
España, España se queda sola.
Concha Piquer (copla) - Concha Piquer
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