Autores: Quintero, Leon y Quiroga
No soy de Hungría, ni soy de Holanda,
soy la gitana de cuchipanda.
Yo soy la niña de unos barones,
que en Cádiz tienen sus posesiones,
y cuatro tiendas de ultramarinos,
¡Ay, que meriendas! ¡Ay, que tocinos!
que en el almuerzo, con la pringá
no nos podemos remenear.
Por eso siempre, de madrugada
se queda el forro de la alacena
que es una pena, porque en el forro
no queda nada.
¡Ay, que risa! señora marquesa,
con el camafeo, que risa me da,
con el tentempié, de la cuchará.
En la taza de la mayonesa,
metiendo los dedos con urbaniá,
y a la rebañé de la poleá.
Yo me suelo tomar los fuagrases,
y los entremeses, y las bullebases
a la marsellese de la papillón.
Y me siento después en los sofases,
como los marqueses, y bebo coñases
y estiro los pieses en la cheseslón.
A mi me gustan los maniquises,
y los encajes de chantillises,
para mi los rasos, y los tisuses,
y los cafeses con muchas luces.
Dale que dale, ya se abanica,
ya va por sales a la botica.
Nada de potajes, ni de purés,
las veinticuatro tomando té.
Más no es extraño que adormilada,
yo me levante, y hasta que apenque
con dos arenques, y me los zampe
de madrugada.
¡Ay, que risa! señora marquesa,
con el camafeo, que risa me da,
con el tentempié, de la cuchará.
En la taza de la mayonesa,
metiendo los dedos con urbaniá,
y a la rebañé de la poleá.
Yo me suelo tomar los fuagrases,
y los entremeses, y las bullebases
a la marsellese de la papillón.
Y me siento después en los sofases,
como los marqueses, y bebo coñases
y estiro los pieses en la cheseslón.
Yo me suelo tomar los fuagrases,
y los entremeses, y las bullebases
a la marsellese de la papillón.
Y me siento después en los sofases,
como los marqueses, y bebo coñases
y estiro los pieses en la cheseslón.
¡Ay, que risa! - Imperio Argentina
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