Autor: Castellanos, Solano y Oliveros
Cuentan que en Andalucía,
en el café de Chinitas,
hubo una moza trigueña,
que le llamaban la Rita.
Bailaora de tronío,
de las de ojeras azuladas,
con sus chapines de raso,
y sus enaguas rizadas.
Y se la llevó un gitano,
la que quiso el señorío,
que tuvo por nombre Paco,
y fue de color sombrío.
¡Ay!, que con el aire que tú llevas,
¡Ay!, que cuando tú vas bailando,
y los ojitos de tu cara
de vida me van llenando,
y a todito el mundo le digo
este estribillo cantando:
Ya me quiere mi Rita bonita,
la llave de mi tesoro de oro,
que ya tengo quien me diga:
Paco, llévame a los toros.
Paco, llévame a los toros.
En juergas y romerías,
luce Rita su tornado,
y Paco va de veleta,
con sus anillos dorados.
Una niña de bandera,
se interpuso entre los dos,
y en defensa de su Paco,
Rita la vida perdió.
Según cuentan los flamencos
y toda la torería,
Chinitas en sus espejos,
crespones negros ponía.
¡Ay!, que con el aire que tú llevabas,
¡Ay!, que cuando tú ibas bailando,
y los ojitos de mi cara
de pena se están llenando,
y a todito el mundo le digo,
este estribillo penando:
Se murió ya mi Rita bonita,
la llave de mi tesoro de oro,
ya no tengo quien me diga:
Paco, llévame a los toros.
Paco, llévame a los toros.
Mi Rita bonita - Miguel de Molina
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