Autores: León y Quiroga
Si tú me pidieras que fuera descalza,
pidiendo limosna descalza yo iría.
Si tú me dijeras que abriese mis venas,
un río de sangre me salpicaría.
Si tú me pidieras que al fuego me echase,
igual que madera me consumiría.
Que yo soy tu esclava y tú el absoluto
señor de mi cuerpo, mi sangre y mi vida.
Y a cambio de esto, que bien poco es
oye lo que quiero, pedirte a mi vez:
Dime que me quieres,
dímelo por Dios.
Aunque no lo sientas,
aunque sea mentira,
pero dímelo.
Dímelo bajito,
te será más fácil
decírmelo así.
Que el te quiero tuyo
será para mis penas,
lo mismo que lluvia de mayo y abril.
Ten misericordia de mi corazón.
Dime que me quieres,
dime que me quieres,
dímelo por Dios.
Si no me mirasen tus ojos de almendra,
el pulso en las sienes se me pararía.
Si no me besaran tus labios de trigo,
la flor de mi boca se deshojaría.
Si no me abrazaran tus brazos morenos,
para siempre los míos, en cruz quedarían.
Y si me dijeras que ya no me quieres
no sé la locura que cometería.
Y es que únicamente yo vivo por ti.
Que me das la muerte o me haces vivir.
Dime que me quieres,
dímelo por Dios.
Aunque no lo sientas,
aunque sea mentira,
pero dímelo.
Dímelo bajito,
te será más fácil
decírmelo así.
Que el te quiero tuyo
será para mis penas,
lo mismo que lluvia de mayo y abril.
Ten misericordia de mi corazón.
Dime que me quieres,
dime que me quieres,
dímelo por Dios.
Dime que me quieres - Concha Piquer
para Maria Luisa
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