Autores: Quintero, León y Valverde
Fué Doña Sol de Saavedra
dama de ilustre blasón,
sobre su escudo de piedra
campeaba un corazón.
La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero
bravo y hermoso
que en la plaza de Ronda
se hizo famoso.
Y a su palacio sombrío
de la calle de Alcalá
para vencer su desvío
el torero fué a cantar:
Doña Sol, lucero mío,
eres tú lo que más quiero.
Es muy pobre mi cuna
para tu señorío
pero más que a mi Virgen
de San Gil te venero.
Doña Sol, lucero mío,
tu querer me embrujó,
tu querer me ha perdido,
y mi vida te he dado,
doña Sol, lucero mío.
Por su desdén frío y mudo,
dijo él con ciega pasión:
"El corazón de tu escudo,
es como tu corazón"
Y se puso su traje,
de azul y oro
y buscando la muerte
se fué para el toro.
¡Brava faena!
Pues su sangre y su vida
dejó en la arena.
Y al conducirlo entre flores,
por la calle de Alcalá,
como un gemido de amores,
doña Sol creyó escuchar:
Doña Sol, lucero mío,
eres tú lo que más quiero.
Es muy pobre mi cuna,
para tu señorío,
pero más que a mi Virgen,
de San Gil te venero.
Doña Sol, lucero mío,
tu querer me embrujó,
tu querer me ha perdido,
y mi vida te he dado,
doña Sol, lucero mío.
Doña Sol - Concha Piquer